El día 18 de este
mes celebramos la tercera escuela para padres. Esta vez con el título “jugar no
solo es diversión”. En esta ocasión la Licenciada Pilar
Rubio nos transportó a nuestra infancia recordándonos cómo jugábamos entonces.
El juego es una de
las actividades más importantes que realiza el ser humano, el juego no se
termina en la infancia, solamente cambia.
Jugar nos enseña a ser colaboradores, a
tener empatía, a seguir reglas, a ser creativos, a solucionar problemas, y a saber controlar nuestras emociones.
En este siglo XXI el
juego de los niños ha variado con la incorporación de la tecnología, esto es
algo que nosotros no podemos cambiar pero sí controlar. Los juegos electrónicos
deberían ser una parte pequeña del juego de nuestros hijos, una hora al día
como máximo.
La bicicleta, la
pelota, el rompecabezas, el parchís, o cualquier juego manipulativo va a
aportar mayor desarrollo y diversión que los juegos electrónicos, así que, en
estas fechas que se acercan, reflexionemos sobre aquellos juguetes que hagan a
nuestros hijos crecer en todos estos aspectos.