Sin
embargo, la natación para bebés poco tiene que ver con la natación que
practicamos de adultos ya que aún son demasiado pequeños para adquirir los
movimientos propios de esta actividad física. Por ello, el objetivo de la
natación para bebés es que el niño sea capaz de desarrollarse motrizmente en un
medio distinto al terrestre, en este caso el acuático, a la vez que consigue
una autonomía dentro del mismo medio que aportará seguridad y confianza tanto a
él mismo como a sus papás, todo ello trabajando a través del juego unos
contenidos básicos como son: la familiarización con el medio
acuático, la respiración, la flotación y la propulsión. Además de lo mencionado,
diversos estudios indican que la práctica de la natación para bebés puede
aportar beneficios como:
·Aumento
del repertorio motor.
·Mejora
del sistema cardiorrespiratorio.
·Incremento
de fuerza y regulación del tono muscular, incidiendo positivamente en el
equilibrio, la coordinación y el movimiento.
·Desarrollo
de la capacidad intelectual y de la autoconfianza del bebé.
·Favorece
las relaciones personales y la socialización.
Por
todo ello, la natación para bebés es considerada como uno de los mejores
métodos para la mejora de la estimulación temprana, así como, un inmejorable
medio para conseguir que el niño desarrolle sus habilidades en un ambiente sano
y feliz.
Manuel Carrasco.
Coordinador de
deportes y profesor de natación.
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